A finales del siglo XX nació el Marketing: una nueva disciplina encargada, entre otras muchas cosas, de presentar de manera atractiva, los productos (o servicios) a los consumidores potenciando, de ellos, cualidades innovadoras o especiales tales como:
Denominación de origen, trayectoria histórica, I+D, patentes, funcionalidad, diseño, etc.
Una buena estrategia de marketing, pone al alcance del consumidor toda la información para que pueda elegir libremente. Información veraz y positiva que, aun destacando las ventajas y beneficios de un producto sobre otro, no se volverá nunca en contra del usuario.