Nueva normativa de la DGT (I): Aplicación

La noticia publicada en todos los medios acerca de la posible obligatoriedad de llevar a los niños de espaldas a la marcha hasta los cuatro años, ha suscitado un importante debate entre los españoles.  Desde RetenSión llevamos meses abogando por la necesidad adoptar de esta medida de seguridad y nuestros lectores son perfectamente conscientes de sus beneficios, no obstante, aquellos papás que escuchan esto por primera vez, no consiguen entender sus ventajas; muchos la consideran incluso más peligrosa.  Largo y tendido hablaremos sobre este tema, pero esta entrada la dedicaremos a conocer qué tendríamos que hacer en caso de que esta propuesta sea finalmente aprobada.

Aplicación de la ley

Es necesario aclarar que, llegado el caso, ningún padre español tendría que sustituir su silla actual por otro modelo que se instale de espaldas a la marcha.  Las autoridades no pretenderían que los españoles volvieramos a gastarnos el dinero en otra silla;  ni tampoco existiría un afán recaudatorio por el cual, si no lo hicieramos, nos multasen.  Lo que se perseguiría con esto es hacer especial hincapié en que, siempre que se pueda, les llevemos en esa posición.  

Para que esto sea posible la silla debería, en primera instancia, estar homologada por el fabricante para poder instalarse en a contramarcha.  Hecha esta breve aclaración, ¿Qué implicaciones tendría la puesta en vigor de esta ley?

Si tenemos un grupo 0+, deberíamos utilizarlo el máximo tiempo posible, esto es hasta que el niño alcanzase los 13 kilos o le sobresaliese mínimamente la cabeza por encima del respaldo.  De esta manera, se evitaría el cambio prematuro a una silla de frente, algo que a día de hoy, sucede con demasiada frecuencia.

 

Si tenemos un Grupo 0+/1 homologado para ir de espaldas hasta los 13 kilos, tendría que ser utilizado en esa posición hasta que el niño alcanzase dicho peso y no podría ser colocado de frente antes de que eso sucediera.  Al igual que ocurre en el supuesto anterior, el objetivo sería evitar el cambio prematuro a la posición de frente.

Si tenemos un Grupo 0+/1 o un Grupo 1 homologado para ir de espaldas hasta los 18 kilos y este admite la instalación en ambas posiciones (de frente y de espaldas) el usuario tendría por obligación que llevarle siempre de espaldas y no podría instalar esa silla de frente, aunque su homologación lo permita.

Si tenemos un Grupo 1/2 homologado para ir de espaldas hasta los 25 kilos y que admite también una instalación de frente, el usuario tendría que llevarle de espaldas obligatoriamente hasta los 18 kilos.  A partir de ese peso, los padres decidirían si continúan con el niño en esa posición o si le colocan de frente a la marcha.

  

¿Cuando un niño podría ser colocado de frente antes de los 18 kilos?
 

Siempre y cuando tenga más de cuatro años, porque la ley  haría extensiva esta obligatoriedad a niños menores de 4 años.  De manera que, si tuvieramos un niño de 4 años y 2 meses cuyo peso ronda los 15 kilos y quisieramos ponerlo de frente, podríamos hacerlo.

¿Que ocurre si mi silla solo se puede instalar de frente?  Nada.  Como ya aclaramos al principio de esta entrada, podríamos seguir utilizándola sin problemas.  Es importante destacar además que en este caso y bajo ningún concepto, ese sistema podría instalarse de espaldas.  

Como se puede deducir, no es esta una ley que se plantea como impositiva ni con afán recaudatorio.  Solo pretende poner el foco de atención en que colocarles de espaldas es mucho más seguro que de frente.   De hecho, no tenemos conocimiento de que en ningún país del mundo las leyes obliguen a llevar a los niños en esta posición hasta los cuatro años (ni siquiera en Suecia, cuna de esta medida de seguridad), lo que sucede es que, la información de los padres en aquellos países es tan rigurosa y amplia que, voluntariamente y sin que nadie les obligue, deciden ponerlos de esta manera.  Si esta ley entrara en vigor, España se situaría a la cabeza en este tipo de obligatoriedad.